Toda mujer debe realizar una visita al ginecólogo dentro del año de haber iniciado sus relaciones sexuales. Se discute acerca de la conveniencia ó no de ésta visita en el caso de la mujer joven que no tiene relaciones sexuales.
En la adolescencia no es necesaria, excepto cuando existen motivos para la misma: flujo genital, irregularidades significativas del ritmo menstrual, dolor pelviano, etc. Es aconsejable también cuando existen dudas acerca de las cosas que le pasan, o para informarse acerca de los distintos métodos anticonceptivos ante de iniciar cualquier actividad sexual.
En estos casos, es muy importante la selección del profesional a consultar. Es conveniente que tenga entrenamiento debido para el tratamiento de las adolescentes, y que su personalidad inspira confianza y compresión. Una mala experiencia inicial puede alejar a la joven de la visita ginecológica de rutina en el futuro.
Las visitas variarán en frecuencia según cada caso. Por ejemplo el Papanicolau debe realizarse cada 9 a 18 meses (como máximo) para que sea útil en el diagnóstico precoz de cáncer del útero. De todas formas, el examen mamario debe hacerse con una periodicidad anual, lo que obliga de por sí a una visita cada 12 meses.
Frecuencia de la visita:
• Adolescentes: Luego de iniciar relaciones sexuales, en casos de problema con el flujo genital, dolor e irregularidad significativa del ritmo mestrual, estos constituirían los problemas o temas más frecuentes por lo que las adolescentes recuren al ginecólogo.
• Edad reproductiva: Es decir la mujer sexualmente activa, la cual debería visitar al ginecólogo cada 9 a 18 meses.
• Embarazada: La mujer embarazada debe consultar mensualmente y semanalmente durante el último mes de embarazo.
• Post-Parto: La nueva mamá debe visitar al ginecólogo a la semana del parto, luego nuevamente al mes del parto y otra visita una vez concluida la lactancia.
• Quienes emplean dispositivos intrauterinos: Deben consultar cada 6 a 9 meses.
• Post –menopausia: La mujer que está viviendo la menopausia debe ir una vez al año.
• Senectud: En esta etapa, puede disminuirse su frecuencia si no hay actividad sexual. Como ayuda al diagnóstico precoz del cáncer de mama, debería mantener una frecuencia anual.