Generalmente, las mujeres que esperan su primer hijo sienten los primeros movimientos fetales en torno de la semana 20° de la gestación (las que han sido madres lo notan antes). En realidad, los primeros movimientos se parecen muy poco a una patadita. La sensación difiere de unas mujeres a otras. Algunas embarazadas notan un cosquilleo, otras, como algo revoloteando en su interior…
Una vez que la mujer reconoce que es su hijo, se crea una relación única entre los dos. Además que avanza el embarazo, las sacudidas se harán más evidentes, más fuertes (hasta el octavo mes). Al final de la gestación, la actividad fetal se restringe porque el bebé dispone de menos espacio para hacer piruetas.