En época navideña nos encanta sumergirnos completamente en estas fiestas. Si buscas cuentos navideños para los más peques de la casa a continuación, te proponemos dos estupendas historias.
Cuentos navideños: Caos mágico

Tan solo faltaba una semana para la noche de Navidad y aún quedaba mucho trabajo por hacer. En el Mundo de Fantasía se seguían recibiendo cartas con peticiones para Papá Noel. Todos estaban dando lo mejor de sí mismos, pero el calendario marcaba en rojo el día 25 de diciembre y los nervios hacían pensar que no iban a llegar a tiempo con todos los regalos empaquetados.
Mamá Noel vivía al borde de un ataque de nervios. Por sus manos pasaban cientos de cartas a la hora; cartas que ella debía distribuir entre duendes, enanos, hadas, gnomos y elfos para que encontraran en el almacén mágico el regalo solicitado. Después este sería incluido en el saco mágico con el que Papá Noel surcaría el cielo montado en el trineo que debía conducir el reno Rudolf.
Todos estaban agotados, apenas tenían fuerzas. Todo el Mundo de Fantasía estaba lleno de celofán de colores, cajas de diferentes tamaños, cintas brillantes, purpurina… ¡reinaba el caos! Las hadas apenas podían revolotear ya que llevaban días, incluso algunas semanas, sin dormir. Los enanos no recordaban un trabajo tan duro, ni cuando en los cuentos tenían que trabajar en la mina. Todos empezaban a pensar que los niños ya no sabían imaginar, porque cada año pedían más regalos.
Papá Noel sabía que no podía decepcionar a los más pequeños de las casas. Así que se le ocurrió una gran idea. Reunió a todos los habitantes de Mundo Fantasía en la Gran Plaza de los Sueños. Les hizo mirar al cielo y proyectó sobre las nubes las caritas de todos los niños del mundo mientras se escuchaba la risa de estos.
Al instante las fuerzas volvieron a los duendes, enanos, hadas, gnomos y elfos que rápidamente emprendieron el trabajo. Todos habían comprendido por qué trabajaban tan duro. Y es que, la ilusión de un niño es lo que mantiene vivo al Mundo de Fantasía, a ella le debe su existencia. Se dieron cuenta de por qué hay que fijarse siempre en las pequeñas cosas, porque son los gestos más sencillos los que más ilusionan. ¡Ahí radica la magia! ¡Ese el verdadero espíritu navideño! Si los niños dejan de imaginar y de soñar, la fantasía desaparecerá. Si todos los niños mantienen siempre la ilusión, Papá Noel acudirá a su cita navideña.
¡Ho, Ho, Ho!
Cuentos navideños: La brújula de Papá Noel

Era el 24 de diciembre en el Polo Norte y los elfos se apresuraban a empaquetar los últimos regalos. Papá Noel ya estaba preparado para partir en su trineo tirado por sus ocho renos y Rodolfo, el reno de la nariz roja. Comprobó que todo estaba listo, cogió las riendas del trineo y ordenó a los renos:
– ¡Levantad el vuelo, esta noche llevaremos regalos e ilusión a todos los niños del mundo!
Emprendieron vuelo entre estrellas fugaces y auroras boreales. Sin embargo, cuando Papá Noel sacó su brújula para comprobar que iban por buen camino, se dio cuenta de que se había roto.
– ¡No puede ser! – se lamentó desesperado. – ¿Cómo encontraré el camino en esta oscuridad?
Rodolfo salió en su ayuda:
– Con mi nariz roja podremos ver en la oscuridad y encontrar el camino.
Así pusieron rumbo a la primera casa, donde un niño esperaba ansioso su regalo.
A Rodolfo le costaba ubicarse en medio de la oscuridad, pero tenía tanta ilusión por llevar los regalos que dirigió el trineo sin problemas.
Empezaron a repartir los regalos. Llegaron a una casa muy pequeña donde había muchos niños, entraron por la chimenea y al mirar a su alrededor vieron un salón frío, con pocos muebles y en un rincón un pequeño árbol de Navidad casi sin adornos.
Papá Noel dio una palmada y dijo:
– ¡Que sea un salón perfecto!
Y al instante, aparecieron unos muebles preciosos y un gran árbol con adornos y luces de todos los colores. Entonces, dejó los regalos en el árbol y salió sin hacer ruido y continuó repartiendo los regalos por todas las casas de la ciudad. Entró por chimeneas grandes, pequeñas, altas y bajas, llevando la ilusión allí donde menos la esperaban.
Cuando terminó de repartir los regalos, Papá Noel miró a sus renos, les dio las gracias y le dijo a Rodolfo:
– Guíanos de vuelta a casa.
El camino de regreso se hizo muy corto y al llegar se encontró en la puerta a todos los elfos con un pequeño regalo. Papá Noel lo abrió y se rió.
– ¡Ja, ja, ja! Gracias por esta brújula tan bonita, pero tengo la mejor de todas: ¡Rodolfo!
El reno se acercó y le acarició el brazo con su gran nariz roja. Los dos sabían que a partir de quella noche se volverían amigos inseparables.
Beneficios de los cuentos navideños para niños

Leer es una actividad fundamental en la vida de las personas. La lectura, además, es un vehículo para que niños y niñas, y adultos, amplien su vocabulario y aprendan a expresar sus emociones de una manera más sencilla. Además, entenderán conceptos morales como el bien y el mal.
La lectura aporta muchísimos y buenos beneficios. Estos se pueden compartir a través de cuentos destinados a los más pequeños. Como padres es fundamental impartir a nuestros hijos unos buenos hábitos de lectura, ya desde pequeños. Fomentar la lectura desde pequeños es realmente importante. Incluso podemos hacer esto aunque aún no hayan nacido, leyendo en voz alta. Cuando sean bebés también podemos leerle historias. De esta manera, cuando el niño crezca, tendrá el hábito.
Algunos beneficios de leer cuentos navideños y de otras temáticas son:
- Un tiempo de calidad entre padres e hijo.
- Herramienta para gestionar sus emociones
- Es una sencilla manera de explicar al niño conceptos morales
- La lectura es un vehículo de valores.
- Estimula la imaginación
- Desarrollo de la atención y la memoria.
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