El suelo de la pelvis está compuesto de capas de músculos y otros tejidos. El suelo de la pelvis cumple un importante papel en el control de la vejiga y el intestino, además de las sensaciones sexuales. El conjunto de músculos y ligamentos que cierran la abertura de la pelvis y que llamamos perineo o suelo pélvico sostiene el útero, la vejiga y los intestinos, además de funcionar en sistemas como el sexual o el digestivo, en el embarazo y en el parto. Éste se puede debilitar y sufrir daño durante el embarazo y parto, por eso es recomendable fortalecerlo.
Tras el parto, especialmente si es vaginal, el suelo pélvico se ve afectado. La episiotomía, los desgarros o la tracción perineal son frecuentes, dejando secuelas como cicatrices, hematomas vaginales, incontinencia urinaria y/o rectal, disfunción sexual o prolapsos de vejiga o útero. Además, a medida que la mujer envejece, es importante que mantenga los músculos del piso pélvico fuertes, porque cambian al llegar la menopausia se debilitan. Los ejercicios rutinarios del suelo pélvico ayudan a disminuir los efectos de la menopausia ayudando los músculos de la pelvis a controlar la vejiga evitando por ejemplo la incontinencia urinaria y manteniendo la sensibilidad y el placer en las relaciones sexuales.
¿Qué ejercicios hacer para fortalecer el suelo pélvico?
Los ejercicios de Kegel fueron ideados por el Dr. Arnold Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Hay varias maneras de realizar los ejercicios de Kegel, pero todos se basan en contraer y relajar el músculo del suelo pélvico repetidas ocasiones, con el objetivo de incrementar su fuerza y resistencia, y así prevenir o evitar la incontinencia urinaria y otros problemas relacionados.