Dependiendo de dónde vivas, podrás disfrutar, aún en invierno, de días primaverlas en los que podrás aprovechar para hacer una excursión con tus hijos al campo. Los beneficios de pasar el día en el campo son numerosos, además que los niños se lo pasarán muy bien y te lo agradecerán. El aire libre abrirá el apetito de tus hijos, por ello, debéis ir preparados con los mejores alimentos. Para conservar todas las propiedades de los alimentos es aconsejable llevar una nevera. Aprovecha para preparar algunos platos que no necesiten calentarse, o bocadillos que al fin y al cabo es lo más cómodo. Si tu hijo aún toma biberón, deberás llevar el agua caliente en un termo para luego incorporar la leche antes de dárselo. Limpiaos bien las manos antes de tocar algún alimento.
Para que el día salga redondo es importante que cuidéis todos los detalles. Lo mejor es hacer el viaje en las horas en las que el niño suele dormir. Así, en cuanto llegue, estará todo preparado para jugar y divertirse. Recuerda utilizar silla homologada durante el trayecto, y es que hasta la mayoría de edad deben ir en sillas especiales para que ante cualquier circunstancia, dejemos fuera los riesgos. Cuando viajéis al campo evitar sitios muy grandes, con poca sombra, o con un lago cerca ya que podían ser peligrosos para los niños. Allí podréis pasear y ver los preciosos animalillos como las mariposas, donde tu hijo se quedará boquiabierto; además, si hay flores mucho mejor para estimular su olfato... En definitiva, un día en el campo con tu hijo, será algo increíble para ambos y seguro que repetiréis pronto.