Te enumerámos 10 aspectos sobre la epidural, que te serán muy útiles al momento del parto:
1.En parto vaginal, no es anestesia:
Decir anestesia epidural en los partos vaginales no es correcto, ya que aunque sí que elimina el dolor en la zona abdominecita delal y en las extremidades inferiores, se intenta que la mujer mantenga su capacidad motora para que pueda empujar cuando la cabecita del bebé asome. Por eso, los médicos hablan de analgesia.
2.El anestésico va a los nervios:
La eliminación del dolor se consigue al introducir en el espacio epidural de dos vértebras de la parte baja de la espalda o región lumbar, una aguja especial con un catéter por el que se suministra la medicación. El espacio epidural es el que hay entre las vértebras y está situado alrededor de la duramadre, que es la membrana más externa que rodea a la médula espinal. En este espacio epidural existe grasa, vasos sanguíneos y los nervios que se dirigen y salen de la médula espinal. Entre otras funciones, estos nervios transmiten las sensaciones dolorosas hacia el cerebro. El anestésico administrado en el espacio epidural baña a estos nervios lo suficiente como para impedir la transmisión del estímulo doloroso. Lo mejor: en ningún momento llega a la placenta o al útero, con lo que resulta completamente inocua para el bebé.
3.Primero inyectan anestésico local:
Antes de punzar la columna para introducir el catéter que suministrará la medicación, te podrán primero con una aguja superfina un anestésico local, para que no notes nada. No suele doler, pero hay mujeres que refieren molestias. Ya sabemos que el dolor puede ser algo muy subjetivo.
4.Si se tarda, puede para el parto:
La analgesia epidural se pone cuando el parto ha comenzado, es decir, cuando el cuello del útero presenta 3-4 cm de dilatación, pero nunca cuando si ya ha alcanzado 8-9 cm (el bebé sale cuando el cuello del útero ha dilatado 10 cm), porque tarda 20 minutos en hacer efecto y en el expulsivo puede frenar las contracciones uterinas y parar el parto.