En el momento en que empiezan a comer sentados hay que enseñarles a tener un comportamiento adecuado para evitar este tipo de accidentes. No debemos permitir que el chico juegue con la comida mientras la tiene en su boca (inflando los carrillos o rebuscando en el interior). Hay que enseñarles que deben masticar bien los alimentos y tragar antes de hablar o reír. Mientras adquiere destreza con los cubiertos, conviene ofrecerle la comida cortada en trocitos, sin huesos ni espinas.
CONSEJOS A TENER EN CUENTA:
1. Concurrir a un centro médico, lo antes posible, pero mientras tanto puedes intentar estos consejos.
2. Animarlo a que tosa, hable o llore, de este modo se favorece la expulsión espontánea del objeto. No hay que golpearlo en la parte alta de la espalda porque sólo se consigue que el objeto se instale más profundamente.
3. Si no lo expulsa, está muy fatigado o no puede toser, hablar o llorar, hay que pedirle que se ponga de pie e inclinar su cabeza hacia delante de forma que la boca quede por debajo de los omóplatos. Golpear cinco veces entre los omóplatos 1-2-3-4-y 5
4. Golpear al chico de espaldas a nosotros, abrazarlo desde atrás y buscar el punto medio de la distancia que hay entre la punta del esternón y el ombligo. Inclinar su tronco hacia adelante y dejar sus brazos por fuera de los nuestros. Se cierra la mano izquierda (en forma de puño), se gira hacia el cuerpo del chico y se apoya en ese punto la parte donde se juntan el pulgar y el índice; sobre ella se pone la mano derecha abierta y con ésta se presiona cinco veces contando 1-2-3-4-5.
5. Revisar la boca y si el chico no ha expulsado el objeto, seguir alternando las maniobras (cinco golpes entre los omóplatos y cinco compresiones en el abdomen) hasta que expulse el cuerpo extraño.