Hay muchos factores que influyen en que la piel del niño se encuentre seca o con escamas. La piel seca es una manifestación cutánea que se caracteriza por falta de humedad. El niño siente la piel tirante y se le producen grietas. Un buena hidratación en crema sería muy aconsejable, pero puedes completarlo evitando factores como:
- Productos de limpieza: intenta que cada vez que le aplicas un gel o loción, respete los índices de pH e hidratación óptimas.
- Excesiva sequedad en el ambiente: procura que en los lugares de la casa que más frecuente tu hijo el nivel de fhumedad sea adecuado
- No abuses de las calefacciones: en a época invernal las calefacciones provocan que la piel del niño se resequen en exceso, hidrátalo con cremas y haz que beba mucha agua.
- Los alimentos: una dieta inadecuada y pobre en vitaminas y minerales puede provocar falta de humedad en su piel. Elige las frutas, verduras y zumos como elementos indispensables de su dieta.