Los niños zurdos tienen un sentido emocional y afectivo muy desarrollado y deben aprender a adaptarse a un entorno pensado para diestros. Hoy se sabe que no es un problema, y que la lateralidad es completamente normal. Aunque los zurdos suman más del 20% de la población, los padres y los profesores del niño son imprescindibles para darles una gran ayuda para que se puedan desenvolver normalmente en un mundo que todavía no ha sido diseñado para ellos.
El niño zurdo necesita tolerancia y paciencia por parte de los adultos. No basta con dejar que se arreglen sólos con su mano hábil; hay que enseñarle a manejarse en actividades cotidianas que le costarán más, como cortar con tijera o cuchillo,comer con cuchara o tenedor, usar lapiceras de tinta, escribir…., hay que darles el material necesario para que puedan desenvolverse mejor. Pero la suya no es una torpeza, sino una característica más del ser humano que existe por la disposición de nuestro cerebro, en el que hay dos hemisferios: el derecho, que dirige los movimientos del lado izquierdo, y el izquierdo, que rige los del lado derecho.
Por eso, tienen ciertas características que los diferencian: Generalmente (no siempre) son niños alegres, sociables y participativos, se esfuerzan en sus tareas, son responsables y, curiosamente, son casi igual de atentos como distraídos. Suelen ser constantes y autónomos. Son altamente creativos y suelen tener mayor talento para el arte.
