El síndrome de Estocolmo, más información

bebes-otra-opcion2.jpgEl Síndrome de Estocolmo es una situación actual, vinculada a la forma de vida familiar porque los padres están en situación de poder frente e los hijos. Son más fuertes, pueden decidir y muchas veces se enojan ó se frustran pues sus expectativas y deseos en relación a los logros académicos, sociales, culturales de sus hijos está n lejos de ser los deseados.

Ante la frustración, los padres pueden emitir frases hirientes nacidas de la desilusión, dado que el hijo no cumple las fantasías y anhelos. El niño se identifica con el contenido de esas oraciones, la mayoría de las veces, dichas en medio de una gran tensión y cuando en el fondo lo último que se quiere es herir a los hijos y hacerlos sufrir.

El razonamiento del niño es el siguiente: “como dependo de mi padre para vivir y crecer, si él me dice tonto ó haragán, es porque lo seré”. El hijo se lo cree y acá empieza el verdadero peligro, cuando la persona que está en una situación de inferioridad se cree lo actuado ó dicho respecto a él.

Los niños que viven esta situación son “cómodos” obedecen pero sufren y no desarrollan sus capacidades. Este comportamiento es una luz amarilla que nos dice que está sufriendo y desarrollando una baja autoestima. El asunto es que el niño olvida sus necesidades, se posterga, muestra signos de ser muy dependiente, sumiso, tiende a enfermarse mucho, no se presta atención a él mismo y es incapaz de desarrollar sus capacidades innatas u recursos internos.

Muchos niños tratan de defenderse en situaciones donde se sienten débiles cumpliendo los deseos de lops otros (padres, amigos). Los pequeños no pueden fijar límites y decir “no quiero pegar”, “no quiero ser chismoso” etc. sino que acceden para complacer y ganarse el afecto de los otros. En definitiva, cuando las personas de todas las edades y en diferentes situaciones sienten miedos, éstos le digitan sus vidas, perdiendo su capacidad de elegir y ser libres.

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