El estómago del recién nacido es diminuto, pero en cuanto el bebé comienza a respirar aire, el tamaño del estómago se multiplica por cuatro o por cinco veces. Al mismo tiempo, la posición del estómago cambia de lugar en el abdomen del bebé. Su capacidad al nacer es de 30 o 35 ml, que se dobla durante la primera semana, cuando se inicia la ingesta de leche. Al mes de edad, el tamaño del estómago se ha triplicado aunque sólo representa una décima parte del de un adulto. El intestino de un recién nacido mide unos 340 cm de longitud. Esto puede parecer mucho pero este tamaño se doblará a medida que el bebé crezca.
Las paredes de los intestinos son muy delgadas y la musculatura es débil, lo cual está relacionado con el hecho de que todavía no ha ingerido alimentos sólidos. Aunque el sistema digestivo del bebé no esté completamente desarrollado al principio, tiene las capacidades funcionales necesarias para digerir líquidos. El sistema digestivo desu bebé es todavía un trabajo en progreso. Algo que ocasionalmente requiere un poco de atención y cuidado. Por el momento, la leche materna o la fórmula para bebés aporta todos los nutrientes que necesita su bebé. También es lo único que puede manejar su estómago en este momento. Si su bebé tiene gases o incomodidad o presenta diarrea durante la alimentación, es posible que tenga una intolerancia alimentaria.
En torno a los 4-6 meses, el aparato digestivo y la capacidad de masticación de su bebé pueden estar preparados para recibir algunos alimentos sólidos. Empiece con arroz para bebés enriquecido con hierro o cereal de cebada mezclado con leche materna.