-¿Existen riesgos de defectos congénitos?
En todos los embarazos de cualquier mujer de la población general, hay un riesgo de entre un 2 y un 5 por ciento.
-¿Se puede hacer algo para disminuir ese riesgo?
Sí. Se puede recurrir a una serie de actitudes y medidas preventivas que pueden reducir ese riesgo. Son medidas que deben ponerse en práctica desde antes de estar embarazada.
-¿Por qué desde antes de estar embarazada?
Porque en las primeras semanas de gestación la mujer no sabe todavía que está embarazada y es en esas semanas cuando se empiezan a formar todos los órganos del futuro bebé. La exposición a factores de riesgo en esos momentos puede resultar bastante peligrosa. Por esta razón la mejor manera de proteger al bebé es planear el embarazo y actuar como si ya se estuviera embarazada desde antes de abandonar el sistema anticonceptivo (o, incluso, de realizar relaciones sexuales).
-¿Hay que tomar ácido fólico desde antes del embarazo?
Sí. La espina bífida y otros defectos que se producen en las primeras semanas, cuando la mujer todavía no conoce su estado de gestación, se pueden prevenir con ácido fólico (vitamina BU). Deberá ingerir todos los días un comprimido que contenga 0,4 miligramos de ácido fólico. Y, si se ha tenido con anterioridad un embarazo con espina bífida, se debe aumentar la dosis a 4 mg. diarios.
-¿Influye la alimentación?
Sí. Se debe tener una alimentación equilibrada que garantice el aporte nutritivo necesario. Por lo general, se aconseja evitar la carne cruda o poco cocinada; lo mismo ocurre con los embutidos crudos o poco cocinados, ya que pueden transmitir toxoplasmosis al feto. También se aconseja no ingerir hígado, esto se debe a que es una víscera de alto contenido en vitamina A y donde se acumulan productos potencialmente tóxicos que el animal haya podido ingerir.