Seguro que has oído versiones sobre cómo debes acostar a tu bebé. No le des más vueltas: boca arriba es la posición ideal, respirá mejor, podrá relajar sus músculos al máximo y tendrá mayor libertad de movimientos. A pesar de los estudios publicados y las recomendaciones de los peditras, entre las madres sigue estando bastante arraigada la costumbre de acostar a sus bebés de lado, cuando no boca abajo. Las teorías van cambiando, y en cierto sentido, era lógico pensar que el riesgo de muerte por ahogo aumentaba acostándolo boca arriba, ya que podría ahogarse con sus propias regurgitaciones. Pero ahora se sabe que es justamente lo contrario.
Durmiendo boca abajo corre el riesgo de asfixiarse por el olor y la gran cantidad de ácido que contienen los productos de su vómito. Además, boca abajo se reduce su capacidad de reacción ante la falta de oxígeno. Aunque los expertos desconocen aún hoy las causas de la muerte súbita del lactante, algo sí han podido demostrar categóricamente: acostando al bebé boca arriba, ese riesgo se reduce a la mitad.
El consejo de acostarlo boca arriba no es sólo aplicable a la noche, sino a cualquier hora del día, ya que al principio el bebé destribuye su sueño a lo largo de las 24 horas sin distinguie todavía del día de la noche. A priori puede parecer que la posición más segura sea dormir de lado, ya que ante cualquier regurgitación nunca sufrirá una aspiración ni podrá asfixiarse. Sin embargo, como así es más probable que durante el sueño se gire hacia abajo, queda descartada.
Ten en cuenta 5 consejos:
- Que duerma sin almohada, ya la usará más adelante.
- Mantén la temperatura de su habitación entre 20 y 23ºC.
- Ajusta bien las sábanas, pero no le abrigues en exceso.
- Quítale la cadena al chupete.
- Retira de su cuna juguetes, peluches, cojenes grandes…..