Falsos mitos

– «La lactancia impide el embarazo». Esto no siempre es así. La lactancia materna no debe de considerarse en ningún caso como un método anticonceptivo. Así pues, existe posibilidad de embarazo durante este período.

– «Mi leche no sirve, es como agua». En los primeros momentos de la toma, la leche es muy líquida, pero de forma progresiva, la grasa va incrementándose. Por este motivo es primordial no contar los minutos, pues la leche más rica es la última.

– «Tengo poco pecho, no tendré leche suficiente para alimentar a mi bebé». Hay que considerar que el tamaño del pecho depende de su contenido en grasa, no interfiriendo en su capacidad para producir leche.

Lactancia materna en el arte

– «Dar el pecho engorda». Es todo lo contrario, la lactancia favorece la eliminación de grasa acumulada durante todo el proceso de embarazo.

– «Amamantar estropea el pecho». Los cambios que se tenían que producir ya lo han hecho durante la gestación. Y, después de la lactancia, las mamas recuperan casi completamente su tamaño anterior.

– «Si tengo gemelos, no tendré leche suficiente». Esto no es así ya que, al tener una mayor estimulación, se obtiene una mayor producción. Entonces la madre tendrá leche para los dos bebés.

Nota: recuerda que dar el pecho no solo es bueno para el bebé, sino también para ti, mamá.

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