Durante el embarazo, a las molestias propias de tu estado, tienes que añadir las que aparecerán en caso de que te ronden virus como el de la gripe. Infórmate bien sobre la medicación que, puedes o no, tomar. En cualquier caso, ten en cuenta que hay muchas remedios naturales que te ayudarán a sentir mejor.
El hecho de estar embarazada no te hace más vulnerable a padecer una gripe, pero sí eleva el riesgo de sufrir complicaciones derivadas de esta enfermedad. Según los especialistas la vacuna es la mejor prevención para madre y bebé.
Pero si lo que te interesa no es prevenir, sino tratar la gripe, intenta descansar todo lo que puedas y tomar más liquido del que tomas habitualmente. Líquidos calientes, como sopa o té pueden ayudarte a aliviar la congestión.
Para la congestión nasal puedes utilizar gotas salinas nasales, que son consideradas seguras en cualquier etapa del embarazo. Coloca unas cuantas gotas, espera 10 minutos y luego suénate la nariz. También puedes utilizar un vaporizador o humidificador.
Es importante que no consumas ningún medicamento de los que se utilizan para disminuir los síntomas de la gripe, ya que están contraindicados en el embarazo. El único medicamento que puedes ingerir sin prescripción médica es el Paracetamol 500 mg cada 6 horas. Y para la tos, consulta con tu médico para utilizar algún tipo de jarabe.
Es fundamental que controles tu temperatura corporal y que si tienes mas de 39 º C hables con tu médico, ya que la fiebre alta puede incrementar el riesgo de aborto. El paracetamol, los baños de inmersión o las duchas con agua tibia pueden ayudar a bajar la fiebre, así como tomar bebidas bien frías.
En el caso de los niños, pueden llegar a resfriarse muchas veces al año. Dicen que el promedio está entre seis y ocho veces al año. Al tratarse de un virus no hay antibiótico que valga, pero sí hay hábitos que pueden ayudaros a prevenir la gripe.
La mejor defensa es una buena higiene. Acostumbra a tus hijos a lavarse las manos con frecuencia y evita que se toquen ojos, nariz y boca.
Pero si ya tienen el virus, lo mejor es dejar que la enfermedad siga su curso y mentalizarse de que tu peque estará una semana fuera de combate. Igual que en el caso de los adultos intenta que beba muchos líquidos y que descanse.
Para la garganta irritada, haz gárgaras con soluciones astringentes (sal o bicarbonato con agua caliente) para retirar los microorganismos que están en la boca y calmar el dolor; o bien, con limón y miel, que ayudan a diluir las flemas. También es útil humedecer el ambiente con un vaporizador (nebulización fresca o tibia).
Igual que nos pasa a los mayores, los peques se ponen especialmente mimosos cuando se sienten mal. Ármate de paciencia y ofrece dosis extra de cariño. Éste es otro remedio natural que hará que tu hijo se sienta mejor si tiene gripe. En días así, los juegos de mesa y la televisión pueden convertirse en el mejor aliado. Aprovechad para ver películas juntos.