Gritar a los niños: efectos negativos y consecuencias

Varias investigaciones muestran que gritar a los niños puede tener efectos negativos similares a los del castigo corporal. Por lo tanto, todos sabemos que cuando se trata de criar a los hijos, no existe un enfoque único.

Sin embargo, hay un consejo constante en el que cualquiera puede estar de acuerdo es el que hay que evitar gritar a los niños. Por desgracia, muchos padres recurren a los gritos cuando se sienten agobiados o frustrados. Pero, ¿cuáles son los efectos de gritar a los niños y cuáles son las posibles consecuencias a largo plazo?

Los efectos de gritar a los niños

Gritar a los niños puede tener una serie de efectos negativos tanto para los niños como para la persona que grita. Para el niño, oír gritos puede ser increíblemente angustioso y aterrador. Los niños a los que se le grita de manera constante tienen más probabilidades de tener problemas de conducta como ansiedad, depresión, estrés y problemas emocionales, similares a los niños a los que se le golpea con frecuencia.

Para la persona que grita, puede aumentar su sentimiento de culpa. Muchos padres que al gritar a sus hijos se sienten mal por ello después, pero pueden esforzarse por encontrar una forma mejor de afrontar sus sentimientos de frustración o rabia. Esto puede provocar un aumento de la ansiedad y una disminución de la capacidad para controlar el estrés.

Las consecuencias a largo plazo de gritar a los niños

depresion en ninos por gritos

Los estudios son algo contradictorios en este tema, por ejemplo, un estudio publicado en la revista Child Development descubrió que el uso de la disciplina dura, incluidos los gritos, puede tener un efecto negativo en el desarrollo emocional de los niños a corto plazo, pero no tiene ningún efecto a largo plazo.

Sin embargo, otros estudios han sugerido que los niños que sufren gritos frecuentes o una disciplina severa tienen más probabilidades de mostrar una serie de comportamientos negativos en la edad adulta.

Por ejemplo, un estudio publicado en Psychological Science descubrió que el uso de la disciplina dura y gritar, se ha asociado a una serie de resultados negativos en la edad adulta, como niveles más bajos de bienestar y autoestima, niveles más altos de agresividad y ansiedad, y una mayor probabilidad de padecer trastornos mentales.

Tengamos en cuenta que el abuso verbal puede tener efectos psicológicos y de salud mental duraderos además de causar algunos de los siguientes síntomas:

  • Ansiedad
  • Baja autoestima
  • Visión negativa de uno mismo
  • Problemas para adaptarse a la sociedad
  • Depresión
  • Agresión
  • Actividad sexual riesgosa
  • Problemas de comportamiento psicológico
  • En los niños pueden tener comportamiento hacia otros de intimidación, ira, que los han aprendido al recibir ellos mismos esa conducta.
Al gritar a los niños se causan problemas de conducta y trastornos en su comportamiento de adultos.

Los chicos comienzan a tratar a otras personas de la misma manera que los han tratado a ellos. Lo que puede brindar algo de luz en la manera en que se desarrolla el cerebro del niño en respuesta al abuso verbal.

Otros estudios han incluido que puede tener efectos duraderos en la salud física, ya que puede haber una conexión entre el abuso emocional infantil y el dolor crónico.

Estrategias y disciplinarias alternativas

hablar con calma sin gritar

Cuando se trata de disciplinar a los niños, hay varias alternativas a los gritos que pueden ser más eficaces a largo plazo. Algunas de estas estrategias son:

El refuerzo positivo

El refuerzo positivo consiste en recompensar al niño por su buen comportamiento. Esto puede incluir cualquier cosa, desde darle un regalo especial por hacerlo bien en el colegio hasta elogiarle por completar sus tareas.

Tiempo fuera

Las pausas pueden ser una forma eficaz de enseñar a los niños las consecuencias de sus actos. Cuando un niño se comporta de forma inadecuada, se le puede llevar a una zona tranquila donde esté solo durante un tiempo determinado.

Mantén la calma

Es importante intentar mantener la calma al disciplinar a un niño. Gritar o perder los nervios puede agravar la situación y empeorar las cosas. Es importante mantener la calma, respirar hondo e intentar abordar la cuestión de forma no amenazadora.

Hablar con los chicos

Es muy importante y muy poderoso poder hablar con ellos en una interacción donde el contacto visual es fundamental. Lo mejor sería que nos pongamos a su mismo nivel, ya que algunos niños se pueden sentirse intimidados si los adultos les hablan desde la altura. Pueden tomarlo mejor si puedes bajar al nivel de sus ojos.

Palabras finales…

Gritar a los niños puede tener una serie de efectos negativos, como el aumento de la ansiedad y el estrés, tanto para el padre como para el niño. Aunque todavía se están estudiando las consecuencias a largo plazo de gritar a los niños, está claro que las estrategias disciplinarias alternativas pueden ser más eficaces para ayudar a los niños a aprender un comportamiento adecuado.

Dedicar tiempo a comprender al niño y comunicarte con él, y utilizar el refuerzo positivo y mantener la calma pueden ser formas eficaces de enseñar a los niños un comportamiento adecuado sin recurrir a gritar. Es importante tomarlo con calma, evitar gritar ya que los niños están aprendiendo de la vida y muchas veces van a cometer errores a medida que crecen iban teniendo sus experiencias.

Otra opción si tienes dificultades para mantener tu enojo con los chicos y poder tenerlos bajo control, es estar dispuesto a trabajar con un terapeuta. Te puede ayudar a realizar estrategias efectivas sobre la crianza.

Fotos: Freepik y Unsplash.

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