Durante el embarazo, nuestro cuerpo experimenta muchos cambios para acomodar la criatura que estamos esperando. Pero con estos cambios en realidad la mayoría de las mujeres no tienen ni tiempo ni deseo de complicarse la vida con una rutina de belleza. Al mismo tiempo debido a las variaciones en el nivel de hormonas experimentamos momentos de tristeza y duda y nos sentimos a veces poco atractivas.
Durante el primer trimestre de gestación, la naturaleza nos ayuda a lucir radiantes, nuestro cabello, piel, tamaño en los labios y crecimiento de los pechos hacen que nos veamos divinas, pero es justo durante el primer trimestre cuando más cuidados debemos tener para proteger a nuestro bebe. En un principio, tus cuidados deben ser los mismos que cuando no estás embarazada, aunque deberás prescindir de ciertos productos y hábitos temporalmente.
La sauna, jacuzzi o tomar un buen baño caliente pueden ser una manera excelente para relajarse, pero durante el embarazo se debe evitar o tomar con mucha precaución, debido a que las altas temperaturas que supone este tipo de actividades, pueden ser peligrosas para el bebé. Se debe evitar que la temperatura corporal sobrepase los 38,3°C (101°F) por más de 10 minutos.
Así pues toma un baño moderadamente caliente para relajarte por un máximo de 10 minutos. De todos formas, al partir del octavo mes, dejan des ser aconsejables ya que el riesgo a agarrarte una infección es más elevado. En cuanto a los tratamientos de belleza es preferible preguntarle al médico. Recuerda que el embarazo es una época de precauciones aunque suenen muy conservadores es mejor prevenir que lamentar.
Sobre todo en el primer trimestre que es cuando se forman los órganos vitales, cabeza, cuerpo y extremidades del bebé. Es tu médico quién siempre tiene la última palabra y debes consultarle en caso de duda. Un día en el spa puede ayudarte a controlar algunos efectos secundarios desagradables del embarazo.