El matrimonio suele pasar mucho tiempo con sus animales de compañía, brindarles su tiempo, su cariño y sus cuidados, mientras no existe un bebé en la familia. Pero la llegada de los niños es un gran acontecimiento para los padres y también para los animales, que pueden tener conductas problemáticas si los padres no saben cómo introducir al bebé en el mundo familiar sin excluir a sus animales de compañía.
Los animales de compañía (especialmente perros y gatos) pueden mostrarse ansiosos, rechazados o celosos con la llegada de un nuevo miembro a la familia. Es deber de los padres el saber comportarse, de manera que la llegada del nuevo niño sea un placer para ellos y para nuestro animal de compañía. Lejos de ser éstos un riesgo para los bebés, siempre darán lugar a una relación rica y beneficiosa, siempre y cuando los padres manejen algunos sencillos trucos y estrategias que a continuación les presentamos.
1.- Antes de la llegada del bebé.
– Los preparativos para recibir al nuevo miembro de la familia deben comenzar siempre unos meses antes del parto, para que el perro o gato no asocie los cambios con la llegada del bebé. Es bueno acostumbrar al perro/gato a pasar menos tiempo con la futura madre, ya que tras el nacimiento ésta dedicará mucho tiempo al bebé. De esta manera, el animal deberá pasar al cuidado de otra persona de la familia para que siga sintiéndose querido y cuidado.
-Invitar a casa a amistades que tengan niños pequeños o bebés, para que los animalitos se acostumbren a su trato y presencia.
-Permitir que la mascota entre en contacto con los nuevos muebles y objetos del bebé, para que se familiarice con ellos y los considere parte de su hábitat.
-Hablarle al animalito cosas relacionadas con el bebé e incluirlo en las rutinas diarias, repitiéndole a menudo el nombre que tendrá el bebé.
-Al momento del parto, siempre es recomendable que el animal se quede con alguien de confianza a su cuidado.
2.- Con la llegada del bebé
-Lo más importante al llegar a casa con el bebé es dejar que el animalito se acerque a conocerlo, no forzar nosotros la presentación ni el encuentro. Dejarlo acercarse, olfatear y mirar al bebé, hablándole apaciblemente y nombrando al bebé para que él sepa que esa persona ya está en casa.
-Una vez dormido el bebé, siempre es bueno pasar un tiempo con nuestra mascota para que no se sienta desplazado ni celoso.
-Y algo muy importante: nunca dejar al bebé solo con nuestro perro sin la supervisión de un adulto.
Imagen: saber algo nuevo