Koumpounophobia; miedo a los botones

botonesBuscando en la red, he encontrado la noticia sobre una mujer que no puede controlar su fobia a los botones. Según relata, el origen de su miedo incontrolable se originó cuando, a los siete años de edad, participaba con sus amigas en un juego en el que los botones tenían un especial protagonismo en situaciones algo terroríficas. Aunque ella reconoce que se trata de un comportamiento irracional, dice que no lo puede controlar.

Según los especialistas, se puede desarrollar una fobia por cualquier cosa, por muy absurda que resulte. Es muy posible que muchos de los miedos que mantenemos en la madurez, puedan estar originados por algún acontecimiento o situación vivida en la infancia que nos creó algún trauma.

Pero, cuando la fobia la presenta un niño de menos de dos años al que, difícilmente se le puede asociar su miedo con algún acontecimiento traumático, ¿cuál puede ser el origen?

He intentado buscar información más amplia y preguntar a expertos que no han sabido darme una explicación. Lo único que me han indicado es que, al tratarse de un objeto tan común en la vida diaria, intentara familiarizar al niño con los botones y los incluyera entre sus juguetes habituales.

Sin embargo, mi hijo tiene 4 años y desde hace más de dos, reconoce su miedo a los botones. Ninguno le hace gracia pero, los más pequeños, los típicos de camisa, son los que producen un auténtico rechazo hasta el punto de tener que sustituirlos por corchetes.

Es curioso que mi sobrino también tenga la misma fobia y, aunque con la edad, ha intentado ir controlando sus miedos, sigue prefiriendo llevar ropa que no tenga botones, al menos a la vista, y lo lleva haciendo 12 años.

A raíz de descubrir esta fobia en dos miembros de mi familia, he ido comentando el hecho y, hasta el momento, he encontrado varias personas, ya adultas, que también reconocen esta manía y procuran comprarse ropa que no tenga botones.

Es una fobia que no tiene por qué traer mayores consecuencias y con la que se puede vivir perfectamente, a no ser que sean casos tan exagerados como el de Louise Francis del que se han hecho eco varios medios de comunicación.

 

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