La asociación entre anemia y embarazo es muy frecuente pero casi nunca representa una complicación preocupante. Si tienes anemia, no tienes porque notar síntomas o puedes sentirte cansada, mareada y débil (lo cual ocurre en muchas embarazadas que no tienen anemia).
Si el cuadro es más serio, además pudes tener palpitaciones, palidez (más acusada en los labios, en los ojos bajo los párpados y en los dedos bajo las uñas) o problemas para concentrarte. Algunos estudios han relacionado la anemia severa y los antojos por sustancias que no son alimentos (hielo, papel…), trastorno conocido como pica.
No existe correlación entre la anemia y los movimientos o el desarrollo del feto, así que, quédate tranquila. Debes tomar los suplementos vitamínicos que te haya recomendado tu médico por la importancia que este tema tiene para ti. Para lograr sentirme mejor durante el embarazo.