Durante el tiempo que dura la lactancia, el bebé puede pasar por varios períodos en los que rechace el pecho.
• LA CRISIS DE LOS TRES MESES: Hacia el tercer mes de vida, los niños maman menos y lo hacen muy rápidamente. Además, la producción de leche se ha ajustado a la demanda, por lo que los pechos están más blanditos y no gotean. Si la madre interpreta estos signos como falta de leche o de interés por parte del niño, puede obligarlo a comer, entrando en un círculo vicioso de rechazo.
• CONFUSIÓN TETINA-PEZÓN: Succionar un pecho y una tetina es totalmente diferentes, por eso los lactantes a los que se les da chupete y biberón pueden confundirse y mamar mal; de hecho, ésta es una de las principales causas que fuerzan el abandono de la lactancia. Es conveniente no darles chupete hasta pasado el primer mes, y si fuera necesario, proporcionarles leche extra, utilizar un vasito o una jeringa.
• HUELGA DE LACTANCIA: Suele durar de 3 a 5 días, y estar provocada por múltiples factores: la madre ha cambiado de perfume o de crema; ha comido algo que desagrada al bebé; pasa mucho tiempo separada del niño, el pequeño está sobre estimulado o enfermo o se ha asustado….Para controlar la situación, dale el pecho en lugares muy tranquilos o cuando duerma, extráete la leche para que no disminuya la producción y procura estar cerca de él el mayor tiempo posible.