DERMATITIS DEL PAÑAL:
El contacto prolongado de la piel con el pañal húmedo o sucio provoca irritación en las nalgas, los genitales, las ingles e incluso el abdomen. Este trastorno se puede evitar cambiando el pañal en cuando se moja o se ensucia. Además, conviene aplicar a diario una crema hidratante, que también ayuda a prevenir las irritaciones de la colita.
TRATAMIENTO:
Consiste en tomar las mismas medidas que ayudan a prevenir: cambiar el pañal en cuanto se haya ensuciado y lavar bien los genitales con agua y jabón neutro. Siempre que se posible, conviene mantener al pequeño sin un pañal un rato (con una buena temperatura ambiental en casa) para que la piel se seque y airee. Antes de vestirlo de nuevo se debe aplicar una crema protectora. Evitemos ajustar demasiado el pañal para que no le irrite la zona de las ingles.
La dermatitis del pañal suele desparecer en tres o cuatro días si se siguen estas medidas, pero si persiste, o si la piel se vuelve de color rojo intenso o brillante, aparecen heriditas o sangra, hay que consultar nuevamente con el pediatra, ya que podría haberse infectado por hongos o por otros gérmenes. En ese caso, el médico, después de revisarlo, seguramente recetará una pomada específica para la infección.
DERMATITIS SEBORREICA:
Se caracteriza por una erupción con enrojecimiento y lesiones en forma de costras o escamas grasientas y amarillentas. Estas suelen aparecer en zonas de la piel donde hay muchas glándulas sebáceas que producen un exceso de grasa, como las axilas, el entrecejo, detrás de las orejas, el área genital y el cuero cabelludo (en este caso se llama costra láctea).
Se presenta en las primeras semanas de vida y va desapareciendo poco a poco en semanas o meses. Para que no empeore conviene mantener la piel seca y limpia en las zonas afectadas, y evitar rascar las costras. Puede confundirse con la dermatitis atópica, pero, a diferencia de ésta, la dermatitis seborreica no pica. Se debe consultar con el pediatra, quién prescribirá un tratamiento.