La expulsión del tapón mucoso

¿Ya has salido de cuentas? ¿Estás a punto? Te habrán explicado -y si no es tu primer embarazo ya lo habrás experimentado- que la expulsión del tapón mucoso es uno de los principales indicios que avisan de que el parto se aproxima.

 

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No siempre significa que vaya a producirse de manera inmediata. Lo que sí indica es que el cuello del útero ha comenzado a dilatarse.

Lo que se conoce como tapón mucoso presenta un aspecto gelatinoso y puede estar coloreado por la sangre. Esto se debe a que el tapón mucoso sella el cuello uterino y actúa como barrera de separación entre esta zona y la vagina.

Tiene como misión proteger la matriz de la mujer de infecciones de cualquier tipo. Se forma al principio de la gestación, entre la cuarta y la sexta semana.

No hay que asustarse al comprobar la expulsión del tapón mucoso, se trata de un acontecimiento totalmente normal. Pueden pasar días desde este momento hasta que se produzca el alumbramiento. Así que es fundamental que lo tengas todo a punto y estés alerta a otras señales, pero que no pierdas la calma.

Lo más importante a partir de ahora es que te fijes en la intensidad y la frecuencia con que tienen lugar las contracciones; ya que éstas se producen a intervalos comprendidos entre los 15 y los 30 minutos al principio del trabajo preparto y suelen durar alrededor de 15 segundos.

Cuando observes que las contracciones se desarrollan con una separación de diez minutos entre sí y su duración asciende a un minuto, sabrás que el alumbramiento está próximo. El tapón mucoso no tiene unas dimensiones muy grandes, por lo que es posible que la embarazada lo vaya expulsando de forma progresiva. Incluso, puede eliminarlo al orinar, por lo que su expulsión pasaría desapercibida.

Otro aspecto relevante es que sepas diferenciar entre la expulsión del tapón mucoso y la pérdida de líquido amniótico. El primero es, como señalamos anteriormente, una sustancia densa y gelatinosa, mientras que el líquido amniótico es más ligero y su color y olor son fácilmente reconocibles. Su aroma suele ser dulce y su aspecto puede ser entre incoloro y blanquecino. En ocasiones, incluye partículas blancas o restos de sangre. En los casos en que la embarazada sospeche que puede haber perdido líquido amniótico, es imprescindible que acuda un centro médico para verificarlo.

Si ya es expulsado el tapón mucoso, intenta estar lo más tranquila y relajada posible. Y si tienes alguna duda sobre cómo actuar, lo mejor es que hables con tu matrona. Ella será quien mejor te aconseje.

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