La cantidad de hierro que exige tu cuerpo aumenta significativamente cuando estás embarazada. El hierro es imprescindible para la producción de hemoglobina, que es la proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y que lleva el oxígeno a otras células. En el embarazo, la cantidad de sangre de tu cuerpo aumenta más de lo usual. Por ello, necesitas más hierro con el fin de producir más hemoglobina para toda esa sangre adicional. También necesitas hierro extra para tu bebé en desarrollo y para la placenta.
La falta de hierro en el embarazo, o anemia, puede determinar un mayor riesgo de infecciones, bebés de peso bajo, o mayor dificultad en el parto. Además, puede dejar una carencia importante que va a influenciar la salud y la energía de la madre, tan necesarias en los primeros meses de vida de su hijo. Si la embarazada no tiene depósitos suficientes de hierro y no recibe una cantidad suplementaria de este micronutriente, sufrirá un agotamiento progresivo de hierro durante el embarazo.
Ya sabéis que el hierro podemos encontrarlo en multitud de alimentos. Existen dos tipos de hierro, el que se encuentra en los alimentos de origen vegetal llamado hierro no Hem que se absorbe en menor medida y el hierro Hem que se absorbe en mayor cantidad. Alimentos como las almejas, los cereales integrales, las vísceras, legumbres, vegetales verdes (espinacas y acelgas), aquellas carne de vacuno, pollo, pavo, cerdo; además de pescados… contienen grandes cantidades de hierro. Es un hierro de fácil absorción. Cuida tu salud y la de tu bebé durante el embarazo.