De todos es sabido que el pescado, además de aportar proteínas, vitaminas y minerales, en proporciones similares a la que ofrece la carne, es fácil de ingerir. Pero, el pescado, tiene la ventaja de que sus grasas son menos abundantes, siendo su carne siempre muy rica en ácidos grasos, tan necesarios como los insaturados en posición Omega-3.
Estos comentarios los comparten los expertos en nutrición, como es el caso del catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad San Pablo – CEU de Madrid y presidente de la Fundación Española de Nutrición (FEN), Gregorio Varela. Éste, destacó los aportes tan saludables de los ácidos grasos Omega-3, presentes en el pescado, y los beneficios que sobre el corazón tiene, sobretodo, el pescado azul.
Se ha observado en la población infantil (y juvenil) el bajo consumo de pescado; factor limitante y de riesgo, ya que, la carencia de los citados Omega-3, de la vitamina D, el calcio, el fósforo, el zinc, el hierro y el selenio; pueden producir efectos muy negativos durante la etapa de crecimiento.
Pero, a parte del aporte necesario de los nutrientes anteriormente expuestos, muchos estudios constatan el importante papel de los ácidos grados Omega-3 como reductor del colesterol LDL o aumentador del HDL, así como su papel en la reducción de la presión arterial tanto en sujetos totalmente sanos, como hipertensos.
No obstante, también se ha demostrado su papel anticancerígeno, al disminuir el crecimiento de las células cancerígenas, al beneficiar la recuperación del sistema inmune en los diversos tipos de cáncer o, al reducir el riesgo de metástasis.