De un momento a otro nuestro bebé nos sorprenderá y se desplazará de un lado para otro sin descanso. Pues bien, es a partir de este momento cuando debemos de extremar al máximo las precauciones en nuestro hogar, así podremos evitar múltiples accidentes, por remotos que nos parezcan.
Aunque al niño le dediquemos un espacio bien delimitado donde prime su seguridad, es necesario que evitemos los riesgos en el resto de la casa, para ello, chequearemos todos los aparatos eléctricos.
– En la cocina: es preciso bloquear el acceso a la vitrocerámica y desenchufar los pequeños electrodomésticos cuando no se usen. Así mismo, el horno, la lavadora, el lavavajillas, … deberán tener el cierre de seguridad.
– En el baño: evitaremos, en la medida de lo posible, colocar enchufes y aparatos eléctricos, cerca de la bañera y/o ducha.
– Respecto a los cables: para no despertar el interés del niño por los cables sueltos, evitaremos manipularlos en su presencia.
Nota: no dejaremos colgados los cables de los aparatos.
– Respecto a los enchufes: lo ideal es que queden fuera de su alcance. Y, si esto no fuera posible, se taparán con un protector. Aún así, hay que enseñarles que no se pueden tocar para evitar accidentes fuera del hogar.