La mononucleosis puede ser causada por varios virus, algunos tipos de bacterias e incluso por parásitos. No obstante, las causas más comunes son el virus Epstein-Barr (EB) y el citomegalovirus, ambos pertenecientes a la familia del herpes virus.
¿CÓMO SE CONTAGIA?
La mononucleosis se trasmite a través de la saliva, por lo que popularmente se la conoce como la “enfermedad del beso”. Pero como tiene un período de incubación muy largo, no siempre es posible identificar la fuente de contagio.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
En los niños más pequeños puede ser asintomática y pasar como una simple faringitis que remite en pocos días, aunque lo más frecuente es que venga acompañada de fiebre y aumento de los ganglios, sobre todo los del cuello, entre otros síntomas. Si éstos duran más de 10 días o desarrolla los siguientes, acude inmediatamente a urgencias o a tu médico.
SÍNTOMAS:
• Dolor abdominal agudo, súbito y severo.
• Dificultad significativa para deglutir y respirar.
• Rigidez en el cuello o debilidad severa.
¿ES DIFÍCIL EL DIAGNOSTICO?
El decaimiento y la pérdida de apetito suelen ser pistas muy importantes y, junto al agrandamiento de los ganglios, son el sello clásico de la enfermedad. Además, el pediatra con seguridad encontrará en el examen clínico el bazo agrandado y, a veces, también el hígado. Como la enfermedad puede presentarse a confusión, puede pedir una analítica que confirme sus sospechas.
¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO?
Existan o no síntomas, no existe un tratamiento específico y los medicamentos antivirales no son útiles. Por lo tanto, el pediatra se limitará a prescribirle un tratamiento sintomático que probablemente incluya:
• Descanso.
• Analgésicos.
• Antipiréticos.
¿CUÁNTO TARDA EN CURARSE?
Depende de la severidad de la enfermedad. En los más pequeños suele curara sola al cabo de 7-10 días. Los niños mayores, sin embargo, pueden tardar un mes o más en recuperar los niveles plenos de actividad.
¿ES GRAVE?
Los seres humanos son la única especie a la que ataca este virus, pero, afortunadamente, en la mayoría de los casos es una enfermedad benigna que no deja secuelas. La complicación más común, aunque muy infrecuente, es la rotura del bazo como consecuencia de la inflamación.