La muerte súbita infantil siempre ha estado rodeada de cierto misterio pues no se conoce bien qué es lo que puede ocasionarla. Pero en los últimos años la ciencia ha descubierto posibles causas, que dan una mayor seguridad a los niños y tranquilidad a los padres.
Ya a principios de los años noventa comenzó la investigación epidemiológica para descubrir las causas de la muerte súbita infantil (Estudio sobre la muerte súbita infantil de Westfalia 1990 – 1994). El trabajo de investigación epidemiológica se basó en averiguar si en el entorno de los bebés afectados había circunstancias concomitantes que no existían o sólo en menor medida en el entorno de los bebés no afectados.
En los resultados de los estudios, se puede ver que aproximadamente 800 de las 1283 muertes en el año 1990 se hubieran podido evitar si se hubieran eliminado los cuatro factores de riesgo principales dormir (boca abajo) en posición decúbito prono, demasiado calor, fumar en el entorno del bebé y no alimentar a los bebés con leche materna.
Evitando estos factores de riesgo se pudo bajar la tasa de muertes súbitas de bebés en más del cincuenta por ciento. Ha sido la investigación médica que más vidas de bebés ha salvado en los últimos veinte años. En la zona de estudio, la tasa de SID bajó hasta el año 2003 un setenta por ciento, y en otras zonas incluso un noventa por ciento.
La posición decúbito prono (boca abajo) al dormir sólo es una de las causas de la muerte súbita infantil. De hecho los investigadores están de acuerdo en que es un acontecimiento provocado por muchos factores, es decir que el niño muere cuando influyen diferentes factores a la vez, que de momento la ciencia no ha podido definir.