Está demostrado por la ciencia y, en particular por bebés y embarazos y es que la música relajante y un poco de paciencia puede hacer dormir a cualquier bebé. Cuando nuestro hijo está inquieto y le cogemos le paseamos, lo sentamos, le hacemos reír… y la cosa sigue igual debemos provar con la música.
Son muchos los beneficios de la música en los niños: desde mejorar el desarrollo intelectual, motriz, sensorial, auditivo y del habla de nuestro hijo, hasta aumentar tanto la autoestima como la seguridad en sí mismo. También, facilita el aprendizaje de otros idiomas, y les ayuda a potenciar su memoria y su expresión corporal. Además, les relaja y tienen más posibilidades de dormirse. La música para bebés resulta particularmente útil e interesante para los más pequeños desde un punto de vista ya no sólo de salud, sino incluso desde su propio desarrollo tanto físico como intelectual, psicológico y mental. Se recomienda ponerle música al bebé desde antes de nacer, incluso pero sobre todo una vez ha nacido.
El niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación más armoniosa. Con ella educarás a un niño en el valor de la paciencia y la tranquilidad. La música también es beneficiosa para el niño cuanto al poder de concentración. En definitiva, son grandes los beneficios de la música para las personas pero, sobre todo, desde pequeños para poder educarles de tal manera que sean niños felices, tranquilos y positivos.