La tortícolis puede ser realmente incómoda para los niños pequeños. Para cualquier persona es doloroso pero para un recién nacido que no controla ni sabe lo que le pasa aún más. La tortícolis a los bebés les causa molestias y les impide mover la cabeza con normalidad. Una vez que se ha producido no servirá de nada que intentemos aliviar al niño. Sólo podemos alinear su cabeza para que le duela menos según su postura. En bebes y embarazos te enseñamos algunos consejos para que cuides lo mejor posible a tu hijo si padece en algún momento tortícolis.Con las siguientes recomendaciones sabrás si padece o no:
- Su cabeza siempre se queda torcida en el mismo sentido, da la impresión de que no pueda ponerla de otra manera.
- El niño siempre quiere mantener la posición de la cabeza en el mismo sentido, la gira solo hacia un lado incluso cuando juega, etc.
- Le cuesta acercar la oreja hacia uno de sus hombros.
En la mayoría de los casos de tortícolis, el niño lo padece por el acortamiento muscular de un lado del cuello. Incluso, en algunos casos, esto se da en el momento del parto. También puede aparecer cuando se produce el aplanamiento de uno de los lados de la base del cráneo. Otras causas aunque menos habituales son las siguientes: falta de algún músculo del cuello, aparición de tics nerviosos que hacen que uno de los lados de la cabeza del pequeño esté más musculado…
En definitiva, si veis que vuestro bebé puede estar sufriendo tortícolis, lo mejor es llevarlo al pediatra, que lo examine y determine cual es la solución para que nuestro niño se recupere lo antes posible.