Al principio, el bebé sólo nos necesita a nosotros, precisa el cariño y el calor de sentirse querido. A medida que vaya creciendo, requerirá tener a su alcance objetos que le sirvan para crecer, desarrollarse y conocer mejor cómo es el mundo en el que vive. Pero no hace falta comprarle muchos juguetes.
Un vistoso móvil para colgar sobre su cuna, un sonajero de los de toda la vida que pueda agarrar y agitar, y una caja con unos cuantos juguetes de texturas y formas distintas que manipular y chupará sus anchas (cubos, formas apilables, muñecos irrompibles, pelotas, etc.) son suficientes para los primeros meses. Ten presente que al principio, aunque le llenes su cuarto de juguetes, él no los disfrutará.
No debes olvidar, que lo importante que todos los juguetes sean seguros: deben ser aptos para su edad (aunque nos guste por sus coloridos, o su música…) deben estar homologados (llevar el distintivo correspondiente) y estar en buen estado (cuidado si son heredados).