El verano, aunque se resista, ya está llegando. La próxima semana ya es junio y las temperaturas subirán por lo que podemos ir a la playa a tomar el sol un rato. El verano es la estación que más suele gustar, por sus agradables temperaturas. Poder pasear por la arena, sentarte a leer un libro, tumbarte al sol, bañarte con el agua fresquita… es lo mejor. Muchas mujeres embarazadas consideran que el sol puede ser un peligro para el feto y su salud. Durante el embarazo puedes tomar el sol, pero con mucha precaución. Las exposiciones al sol deben ser limitadas a lo largo del proceso de gestación. Siempre debes ponerte un factor de protección solar de un índice de 50 y protegerte el rostro con un sombrero.
Los rayos del sol son buenos porque te ayudan a sintetizar la vitamina D, buena para el estado de ánimo, y que el cuerpo necesita especialmente durante el embarazo. Además, te pondrás morenita y te verás muy guapa. En esta etapa, cuando vamos engordando, podemos vernos menos guapas que de costumbre. Por ello, se recomienda que hagas cosas que te hagan sentir guapa ya que debemos tener la autoestima bien alta. Por ejemplo, tomar el sol, vestirnos con ropa veraniega, alegre y divertida… En definitiva, que nos miremos al espejo y nos gustemos.
Existen varios peligros que debes tener en cuenta en tu estado de gestación. De entre ellos, destaca el mayor riesgo que tienes de sufrir un cloasma o melasma, un oscurecimiento de la piel que afecta especialmente al rostro. Si te gusta exponerte al sol, debes tener presente que lo más aconsejable es hacerlo entre 10 y 15 minutos al día, evitando las horas centrales del mediodía.