Los perros pueden transmitir algún tipo de parásito que casi siempre es inofensivo, son los gatos los que a veces transmiten la toxoplasmosis, una enfermedad grave para el futuro del bebé.
Se aconseja que las embarazadas no tengan contacto estrecho con los perros; esto es no deben dejarse lamer por ellos, no tocarles el hocico o el pelo. Lo importante de esto es que la embarazada tenga siempre la precaución de lavarse bien las manos, especialmente si es un cachorro con pelo largo.
Fuera de estas precauciones elementales, no hay ningún inconveniente en que la futura mamá conviva con un perro sobre todo si es un cachorro. Aunque el perro cachorro no este vacunado no le trasmitirá ninguna enfermedad al bebé.