Como siempre decimos, los excesos no son buenos aunque sean excesos de buena alimentación. Lo cierto es que debemos cuidar nuestra nutrición, sobre todo en el embarazo. Hoy os explicamos lo que provoca un exceso de vitamina D. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio. El calcio y el fósforo son dos minerales esenciales para la formación normal de los huesos. El cuerpo produce la vitamina D cuando la piel se expone directamente al sol. Por eso, con frecuencia se denomina la vitamina de la «luz del sol». Esta vitamina podemos encontrarla en queso, leche, atún, salmón, mantequilla…
Al parecer, el exceso de vitamina D durante el embarazo puede causar alergias a alimentos a los hijos, según estudio del Helmholtz Centre for Environmental Research y la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg (Alemania), publicado en Allergy. El resultado mostró que, en los casos en los que las mujeres embarazadas tenían un bajo nivel de vitamina D en la sangre, la aparición de alergias a alimentos entre los niños de dos años de edad era menos frecuente que en los de aquellas que tenían un alto nivel de vitamina D en sangre. Se sabe que el riesgo de alergia aumenta en los casos en que hay muy pocos linfocitos T reguladores en la sangre del cordón. La correlación podría significar que la vitamina D suprime el desarrollo de células T reguladoras y, por lo tanto, aumenta el riesgo de alergia.
Además, demasiada vitamina D puede hacer que los intestinos absorban demasiado calcio, lo cual puede provocar niveles altos de este mineral en la sangre. Los niveles altos de calcio en la sangre pueden llevar a que se presenten: depósitos de este mineral en los tejidos blandos como el corazón y los pulmones, confusión y desorientación, daño a los riñones, cálculos renales, náuseas, vómitos, estreñimiento, inapetencia, debilidad y pérdida de peso. Ya sabéis, hay que comer de todo pero siempre con moderación.