Durante la gestación, la mujer embarazada sufre molestias en su cuerpo. Debido a la peligrosidad, puede ser que algunos medicamentos no pueda tomarlos. Por ello, los remedios caseros vienen muy bien para poder superar estos malos momentos. El embarazo conlleva cambios hormonales, del flujo sanguíneo, de la tensión arterial y del peso que traen consigo una serie de malestares en las mujeres.
Durante los primeros meses, especialmente en la mañana, se presenta la molestia más frecuencia entre las embarazadas: Las náuseas. Para evitarlas, lo mejor para combatirlas es tomar jengibre y menta. La primera ayuda a calmar el sistema digestivo y evita los vómitos; y la segunda facilita la digestión. Para la acidez, la corteza del olmo se convertirá en tu mejor amiga. Sus activos no solo contrarrestan la acidez sino que, además, mejoran la flora intestinal. La piel, durante el embarazo, tiende a expandirse especialmente en el abdomen y en los senos, formando líneas o surcos. Para evitar las estrias que tan poco nos gustan, sólo debemos aplicar aceite de germen de trigo muy a menudo para favorecer la elasticidad de la piel en las zonas más propensas a las estrías: los pechos, vientre y caderas.
Debido al peso adicional del bebé y la fabricación de un volumen extra de sangre para alimentar al feto, existen embarazadas que desarrollan várices en las piernas. Mezclar 1 taza de infusión de hojas de limón y 1 taza de hamamelis destilado. Enfriar en el refrigerador durante una hora. Subir los pies, empapar un paño de algodón en esta preparación y aplicar sobre las piernas durante 15 minutos.