Las peleas a mordiscos son típicas en los niños de 1-2 año, no hay que asombrarse demasiado. Desde que salen los primeros dientes hasta aproximadamente los dos años, lo normal es que a los chiquitos se les escape alguno que otro mordisco. Hay varios factores a esta edad que lo propician.
FACTORES QUE PROPICIAN LA SITUACIÓN:
1. Están en plena fase oral: necesitan sentir las cosas con la boca, que tiene gran importancia en cuanto a sensaciones, explorar y relacionarse con el mundo.
2. A esta edad el lenguaje aún es escaso y no resulta un instrumento eficaz para expresar las necesidades, los deseos, y las emociones del pequeño.
3. Los dientes se convierten en un recurso privilegiado para manifestar excitación, reclamar atención, defenderse, mostrar enojo o aburrimiento.
4. Hay chiquitos que sólo se atreven a morder en los ambientes donde se sienten más espontáneos y sueltos, normalmente en casa. Pero lo más frecuente es que los mordiscos ocurran cuando están sometidos a una intensa estimulación. Simplemente, el sentirse muy excitados puede provocarlos (puede ocurrir en las guarderías)
5. El tener que compartir con otros pequeños un mismo espacio, juguetes, o la atención de los adultos, puede iniciar a los bocados. Y no digamos si tienen que compartir las tres cosas a la vez, como ocurre en las guarderías y jardines de infantes.
6. Si los padres observan que su hijo recibe un exceso de mordiscos en la guardería, harán bien en cerciorarse de si ésta dispone de espacio suficiente, si hay bastantes juguetes, cuantos docentes y auxiliares se ocupan de los chicos, y si son competentes.