El nacimiento de un hijo siempre es un acontecimiento que genera muchas expectativas a la familia. La futura mamá siente la presencia de su hijo desde muy temprano en el embarazo, a través de los síntomas que le anuncian al nuevo ser en gestación. A lo largo del embarazo ella va sintiendo los cambios. En cambio para el futuro papá las cosas son un poco diferentes, ya que aunque él acompañe los cambios de su mujer, nunca va a sentir lo que ella siente y puede sentirse desplazado.
Un gran número de hombres presenta alguna clase de síntomas físicos cuando sus mujeres están embarazadas. Lo más probable es que estos cambios sean consecuencia del sentimiendo del hombre por participar, por tener un papel más activo en un embarazo que ha de transformar su vida. Respecto a los síntomas emocionales, muchos hombres también experimentan cambios durante el embarazo, sobre todo malhumor, estrés y depresión. Estos síntomas pueden estar relacionados con la preocupación por perder el amor y el afecto de la pareja cuando nazca el bebé.
Algo muy habitual que suele pasarle al futuro papá es la protección de su familia. Un gran número de padres ponen vigilancia en su casa, cerrojos, y todo aquello que vaya a protegerles. Para que el futuro papá no se siente excluído de la etapa de gestación ni después del parto, es importante que la mujer y el hombre hablen de sus sentimientos y dejarle hacer tantas cosas como se puede (visitas al ginecólogo…).