Los tarritos de frutas poseen azúcar añadido, un aporte innecesario, pues la fruta ya contiene azúcares en su estado natural. Si observas la etiqueta de un tarrito de frutas, podrás ver que los hidratos de carbono son mayoría, y en estos productos son fructosa y sacarosa. Una cantidad elevada de azúcar en la dieta de los bebés, en primer lugar hará que se acostumbre al sabor dulce y le resultará más difícil aceptar otros sabores, además recibirá calorías vacías, es decir calorías que no le aportan vitaminas, minerales, ni ningún otro nutriente aparte de la sacarosa.
Si uno no es un entendido en cuestiones dietéticas, no resulta fácil comprobar los datos de azúcares añadidos, pues ni onica la cantidad de sacarosa. Es necesario revisar la lista de ingredientes y ver si el tarrito tiene azúcar. Si lo contiene, debe comprobarse en que lugar de la lista se encuentra, ya que los ingredientes están ordenados de mayor a menor cantidad de aporte. Aunque también existen en el mercado tarritos sin azúcar añadido, éstos son más caros, pero es una opción que debemos tener en cuenta.