Muchos bebés muestran una especial habilidad para agarrarse bien al pecho, pero para otros es más difícil.
Las consecuencias son éstas:
• Succión incorrecta. El bebé no saca suficiente leche y acaba durmiéndose, pues es como si tuviese un chupete en la boca. Esto implica problemas en la ganancia de peso y en la producción de leche. Además, las tomas se hacen muy largas, casi interminables, a pesar de lo cual el niño se muestra insatisfecho e inquieto cuando pasa un poco de tiempo. o Dolor y grietas. La toma resulta dolorosa y acaban saliendo grietas o se produce una acumulación de leche, pues el pecho no se vacía bien.
• Molestias digestivas. El niño tiende a quedarse únicamente con la leche del principio, que es la que tiene más agua y más lactosa. Un exceso de lactosa provoca molestias, como gases, tripa suelta, regurgitaciones…
Que obtenemos de una posicion correcta:
- Bebé succionando en posición correcta.
- La areola y el pezón forman una tetilla dentro de la boca del bebé.
- La lengua del bebé presiona los senos lactíferos, obteniendo así la leche materna.
Qué ocurre con una posición incorrecta:
- Bebé succionando en posición defectuosa.
- Bebé succionando sólo el pezzón, y la punta de la lengua permanece dentro de la boca.
- Las encias del bebé presionan el pezón, sin obtener leche.