Si eres una mamá primeriza, no te preocupes en pocas semanas serás toda una experta. Te damos como realizar un cambio de pañales en 6 pasos y como mantener siempre impecable su colita.
1. Fundamental, lávate las manos. Hazlo antes de cada cambio de pañales y conviértelo en una rutina. Nunca sabemos qué han tocado nuestras manos y a su piel le conviene evitar el contacto con sustancias irritantes.
2. Limpia la zona a fondo. Retira las heces hacia atrás con el mismo pañal o con una toallita. Es importante hacerlo así para evitar que los restos de heces entren en contacto con la zona genital. Esto es especialmente importante si se trata de una niña. A continuación límpiale con las toallitas. Si está muy sucio lávale bien con una esponja empapada en agua jabonosa y aclárale bien para que no queden restos de jabón que podrían causarle irritación.
3. Sécale bien. Antes de ponerle el pañal comprueba que los pliegues de la piel, las ingles, la parte alta de los muslos y el vientre se encuentren completamente secos. Si es necesario, utiliza una toalla.
4. Aplícale una crema protectora . Extiéndela por toda la zona que queda tapada por el pañal para disminuir el roce. Esta crema formará una barrera protectora que ayudará a prevenirla irritación de la piel por la humedad y por los gérmenes de las deposiciones.
5. Ajústale el pañal. Despliégalo, sujeta sus piernas por los tobillos, elévalas un poco y desliza el pañal por debajo de su culito. Coloca la parte delantera sobre su abdomen de manera que no quede ninguna zona doblada, separa las lengüetas adhesivas y ajústalas sin apretar demasiado. Recuerda que, al incorporarse, el abdomen sobresaldrá y el pañal podría apretarle demasiado.
6. Cámbiale con frecuencia. Aunque los materiales absorbentes con los que se hacen los pañales de hoy no tienen nada que ver con los de hace unos años, no esperes a que esté empapado para cambiarlo (comprueba la humedad introduciendo un dedo en el pañal). Si ha hecho caca cámbiale inmediatamente, aunque esté recién limpio.