Ser madre en solitario es más complejo, por la falta de ayuda y colaboración, pero no resulta ni imposible ni peor que con una pareja. Tu hijo y tú pueden ser una hermosa familia.
– Esta situación puede tener distintos orígenes:
- Una mujer sin pareja que decide afrontar la maternidad ella sola
- Ruptura de pareja en el embarazo.
- Distancia entre los progenitores por motivos de trabajo.
- Pérdida de la pareja por fallecimiento de ésta.
– La estrategia a seguir difiere en función de por qué se llega a la maternidad en solitario. En todo caso, podrá adaptarse mejor a la situación la mujer que antes haya previsto las consecuencias y se haya preparado para afrontarlas.
– También es imprescindible buscar entre la familia o entre el grupo de amigos una red social de apoyo que sirva a la madre en los momentos más difíciles. Esto es muy bueno, logra ayudar mucho a las mamás que se sienten solas, a las que no encuentran como enfocar su vida a partir de ahora. Hay veces que una amiga/o puede darnos más compañia, apoyo y cariño.