Según un estudio de la Universidad de Harvard, las mujeres que siguen una conducta de estilo de vida y dietéticas saludables son al menos el 80 % menos propensas a sufrir infertilidad a causa de trastornos ovulatorios.
Según este informe, las mujeres que tienen las “puntuaciones” más altas en fertilidad son las que comen menos grasas trans y azúcar procedente de carbohidratos, consumen más proteína vegetal que animal.
Consumen más fibra y hierro, toman más multivitamínicos, tienen un índice de masa corporal más bajo y hacen ejercicios por períodos de tiempo más largos cada día, además de consumir más lácteos.