La varicela en los niños se caracteriza por la presencia de cansancio y fiebre y por la aparición de erupciones en la piel. Es una enfermedad benigna de la primera infancia de fácil transmisión y, por lo tanto, muy contagiosa. El síntoma más común es un brote con manchitas rojas, que más tarde se transforman en vesículas o ampollas en toda la piel y terminan formando costras que causan un intenso picor.
Pueden aparecer en el cuero cabelludo, en los genitales e incluso en la boca. Los síntomas varían desde picores, fiebre alta, cefalea, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. En el caso de que observes alguna lesión rara en el niño, debes acudir inmediatamente al pediatra.
Esta enfermedad está causada por un virus del grupo herpes llamado Varicela zoster. El virus se propaga de persona a persona a través de la tos o el estornudo y también por contacto directo a través de pañuelos o lesiones en la piel. Entre escolares y familiares, la probabilidad de contagio es superior al 90 %.
Entre el contacto con el virus y la aparición de los primeros síntomas pasan de 9 a 21 días. Las vesículas se rompen liberando un líquido claro y pasados de 4 a 5 días se forman las costras. El contagio puede iniciarse 2 días antes de la aparición de las vesículas y prolongarse hasta 5 días después de la aparición de las lesiones o más.
Una vez que el niño ha contraído la varicela, no existe tratamiento curativo, pero sí sintomático, a base de antitérmicos, antivíricos específicos y antihistamínicos para reducir el picor, ya que cuando se forman las costras pican mucho y conviene que el niño no se rasque para evitar que queden señales en la piel en forma de hendiduras circulares.
Se recomienda mantener la piel del niño siempre limpia, bañándole a diario con jabón de avena, así como cortar y limpiar las uñas para evitar lesiones de rascado e infecciones.
Es bueno vestirlo con ropa amplia y de algodón, evitar la exposición al sol, aunque el aire le viene bien para curar las lesiones. La varicela puede presentar complicaciones peligrosas, aunque poco frecuentes, en los lactantes y en los adultos. Debido a su fácil contagio, conviene no llevar al niño a la guardería o al colegio. La varicela se pasa sólo una vez en la vida, ya que el cuerpo se inmuniza después de haber pasado la enfermedad.
Imagen: padres.facilisimo