La dificultad para defecar, acompañada de dolor, es un signo claro de que el niño sufre de estreñimiento. Si después de tres días el bebé no ha evacuado, hay que consultar con un especialista.
El cambio en la frecuencia y consistencia de las deposiciones del bebé, es decir, cuando son duras, irregulares y además le generan algún tipo de esfuerzo o molestia al evacuarlas, se define como estreñimiento.
Este trastorno intestinal, que causa dolor y distensión abdominal, es una de las causas más frecuentes de consulta pediátrica. En el 95% de los casos es funcional, debido a un intestino lento o perezoso o a una dieta inadecuada, escasa en agua y en fibra.
La deposición del bebé cambia en aspecto y consistencia según su edad y tipo de alimentación.
Cuando es recién nacido, se caracteriza por ser de color verde oscuro (es lo que llamamos meconio) y, con el paso de los días, se torna líquida y amarillenta.
Al comienzo es normal que el bebé haga caca cada vez que tome alimento. Si se alimenta con leche materna, puede hacer de cinco a ocho evacuaciones diarias los dos primeros meses, en los que suelen ser semilíquidas. En cambio, el niño que recibe leche de fórmula presenta deposiciones más duras y tiene tendencia al estreñimiento.
Cuando se inicia la alimentación complementaria, las deposiciones del bebé cambian de color y consistencia de acuerdo con lo que ingiera diariamente. Si los alimentos son ricos en pectina, como la manzana, aquéllas pueden ser algo duras, y si contienen bastante fibra, blandas.
Para algunos pediatras, el hecho de que la familia sufra de estreñimiento influye en la frecuencia de las deposiciones del niño. Puede ser que el bebé haga caca sólo una vez al día, en lugar de evacuar después de cada toma. Si pasan tres días y aún no ha defecado, hay que consultar con el pediatra.
Cuando el bebé presenta deposiciones duras y dolorosas sin recibir tratamiento alguno, se expone a fisuras en el ano, dolor abdominal, inapetencia, salida involuntaria de materia fecal y obstrucción intestinal. Por tanto, consulte siempre con su pediatra ante cualquier alteración en la defecación del bebé.
Imagen: crece bebe