Los padres tenemos una gran influencia en el comportamiento de nuestros hijos, tanto en las conductas adecuadas como en las inadecuadas. Tened en cuenta que cuando nacen, no saben hacer nada (c0mer, hablar, andar, comportarse…) y lo van aprendiendo gracias a nosotros, a nuestra educación. Si un niño crece con padres autoritarios, de mayor ese comporamiento influirá en su personalidad. Por ello, debemos ser el ejemplo a seguir. El periodo hasta los dos años es cuando más cambios notaremos (empezarán a andar, a hablar…), por lo que es imprescindible una buena educación.
Normas de conducta para bebés
- Hemos de explicarles de forma muy clara lo que está permitido y lo que no.
- Debemos explicarles qué consecuencia habrá si no cumplen esa norma o advertencia que les hemos explicado.
- Las consecuencias que se aplican después de una mala conducta son las que determinan la probabilidad de que esa conducta se repita en el futuro o no.
- Son nuestros mensajes y las consecuencias que aplicaremos si no se cumplen, lo que les enseña a mejorar su conducta
- No podemos pedir a nuestros hijos que no hagan aquello que nosotros hacemos. Sed el ejemplo
- Recompensar los comportamientos buenos. La atención de los padres, las palabras de elogio y aprobación, las caricias o los premios en general, dispensados por la realización de una conducta correcta de los hijos, aumenta la probabilidad de que se repita y se perfeccione.
- Los mensajes de actuación tanto del padre como la madre han de ser los mismos.
En definitiva, siguiendo con estos consejos, conseguirás darle una buena educación.