Décima parte. Continuamos con nuestra recopilación de preguntas y dudas sobre el embarazo y el parto
29. ¿Las radiografías dentales perjudican al feto?
Aunque los rayos X pueden alterar desarrollo fetal, esto sólo ocurre cuando la futura madre se expone a dosis muy altas, y con las radiografías dentales la radiación que llega a la panza es ínfima. No obstante, conviene limitar al máximo estas pruebas durante el embarazo y si se puede, esperar al segundo trimestre. La embarazada debe protegerse la panza con un delantal de plomo. La anestesia local no es peligrosa para el futuro bebé.
30. ¿Podemos tener relaciones al final de la gestación?
Cuando la gestación transcurre sin ninguna complicación, la pareja puede mantener relaciones sexuales hasta el final. Estas no tienen efectos perjudiciales para el futuro bebé (que se encuentra bien protegido en la bolsa amniótica que lo envuelve), ni alteran en absoluto la evolución del embarazo. En la mayoríade los embarazos múltiples, el parto se adelanta algunas semanas, y la mujer debe evitar todo aquello que pueda favorecerlo: el exceso de trabajo, el esfuerzo físico e, incluso, las relaciones sexuales
31. ¿Es malo pasarse de la fecha de parto?
La fecha que da el médico al principio de la gestación es solamente una estimación. Un embarazo normal puede durar de 38 a 42 semanas. A partir de la semana 40a, el ginecólogo comienza a realizar más controles a la futura mamá para evaluar el bienestar fetal y el estado de la placenta. Si en algún momento ésta revela síntomas de envejecimiento o deterioro, el especialista provocará el parto para no poner al bebé en peligro. A partir de la semana 42a, el parto suele inducirse de manera sistemática para evitar la aparición de complicaciones.
32. ¿Cómo funciona el monitoreo fetal?
Esta técnica es completamente indolora para la mamá y el futuro bebé. Se realiza con un monitor fetal o cardiotocógrafo (CTG) que registra el ritmo cardíaco del bebé y las contracciones del útero, materno, para detectar cualquier anomalía que se produzca y poder actuar en consecuencia. La monitorización puede ser externa o interna. En la externa, los latidos de la criatura y las contracciones uterinas se registran mediante dos sensores colocados sobre el abdomen de la futura madre. En la monitorización interna se coloca el sensor en la panza para registrar las contracciones y un catéter adherido a la cabeza del feto para controlar los latidos.