Durante los primeros meses de vida, el tubo digestivo del bebé continúa madurando. Cada chiquito difiere en su nivel de desarrollo, pero, en términos generales, son capaces de digerir la leche materna. Sin embargo, hay una gran proporción de bebés que tarda más en adaptarse a la alimentadón luego del nacimiento, y puede presentar complicaciones. El pediatra será el encargado de descartar que se deba a una situación anormal.
Estas son las afecciones más comunes y totalmente normales:
– Los cólicos se evidencian a través del llanto del niño sano, el cual se da de manera repentina, con mayor frecuencia durante las últimas horas de la tarde y a la noche, generalmente se mantiene más de 3 horas seguidas, y ocurre al menos 3 veces por semana
– La constipación se asocia a cambios en la consistencia y forma de las heces, y a la falta de coordinación en el movimiento evacuatorio.
– La regurgitación del alimento hacia la boca, un episodio que no lleva a alteraciones en la respiración y no se da durante el sueño. De todas formas, sin duda, la opción ideal es la leche materna.