Una buena protección solar durante la infancia es la mejor forma de prevenir la aparición de cáncer de piel en la edad adulta. Y es que la mayoría de nosotros nos exponemos más al sol durante nuestra infancia que en ningún otro momento de nuestra vida.
Según los expertos en pediatría y dermatología, los bebés menores de 6 meses no deben exponerse nunca al sol directo, y tampoco es recomendable usar cremas en su piel hasta pasada esa edad, ya que la piel de los bebés es mucho más sensible y fina.
Más allá de esa edad, su piel sigue siendo muy propensa a las quemaduras debidas a la exposición solar y hay que seguir una serie de recomendaciones básicas, como limitar el tiempo de exposición directa, usar gorros de tela y, sobre todo, hacer uso de una crema solar adecuada, especialmente formulada para los más pequeños. Estas cremas son fáciles de conseguir en tiendas online, como Planeta Huerto.
¿Cómo saber cuáles son recomendables?
La crema solar que escojamos debe estar especialmente formulada para la piel de los bebés, que es muy sensible. Para menores de 3 años, niños con piel sensible o propensos a la dermatitis, lo más adecuado son los filtros físicos/minerales. Estos filtros no son absorbidos por la piel, trabajan reflejando la luz del sol y se activan inmediatamente tras su aplicación.
Otra cosa a tener en cuenta, es que el factor de protección solar debe ser mayor de 50 y debe venir especificado en el envase que la crema protege contra los rayos UVB, UVA e infrarrojos (IR-A).
No hay que olvidar que estas cremas son necesarias, pero que su uso no nos exime de la responsabilidad de evitar la exposición excesiva al sol de los más pequeños. Debemos evitar las horas de máximo calor; mantenerlos, siempre que sea posible, en zonas de sombra y cubrirlos con ropa cómoda y fresca, preferentemente hecha con tejidos como algodón. También hay que repetir la aplicación de la crema solar cada dos horas, ya que su efectividad disminuye con el paso del tiempo.
Es importante recordar que las cremas solares no deben guardarse de un año para otro una vez abiertas, como así nos recuerdan las indicaciones de “12 M” en la parte posterior de los envases. Siempre es interesante revisar esta información, ya que algunos cosméticos tienen una duración en óptimas condiciones incluso menor.