Seguro que, desde el día que nació, te estas desviviendo por arrancarle una sonrisa. Ya en sus primeros días te parecerá que te regala uno de esos gestos tan especiales cuando lo miras, pero se trata simplemente de una mueca, un acto reflejo.
—Lo normal es que no consigas verlo sonreís realmente hasta su sexta semana de vida. A partir de este momento estará realmente encantado siempre que le pongas caras divertidas y le hagas ruiditos graciosos.
—A partir de los cuatro meses, cuando cualquier cosa le haga gracia acompañará las risas con gorjeos. Y será cuando cumpla unos seis meses que descubrirá la necesidad de hacerte reír a ti. En estas ocasiones se ríe porque sabe que tú te ríes con él. Se trata de un acto de imitación, pero todavía no es capaz de comprender el motivo de su propia risa, sólo quiere hacer como su mamá o su papá.
—A partir del año, cuando empieza a comprender el mundo que le rodea, le empezarán a divertir las situaciones insólitas. Ver las expresiones que pone mamá cuando le intenta poner una galleta chupada en la boca, o cuando se pone un gorrito de papel. Incluso puede entender algunos chistes y juegos de palabras my fáciles. Disfruta de todos esos momentos de risa y diversión. Es una etapa muy gratificante en el crecimiento de tu pequeño.