Seguridad en el agua: ¿flotadores, manguitos o chalecos de aprendizaje?

La llegada del verano trae consigo días soleados y muchas horas de diversión en el agua. Sin embargo, la seguridad de los más pequeños en playas y piscinas es una prioridad absoluta para la mayoría de los padres. Ante esta preocupación, siempre surge la misma duda: ¿Qué sistema de flotación es el más adecuado para nuestros hijos?

Tutete, tienda online especialista en puericultura ligera, ofrece una gama de productos innovadores para asegurar que los niños disfruten del agua con la máxima seguridad.

La importancia de un buen sistema de flotación

Según las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría y el Ministerio de Sanidad, el chaleco de flotación es el sistema más recomendado para niños que aún no saben nadar. A diferencia de los manguitos y otros dispositivos inflables como los flotadores, los chalecos están hechos de un material no inflable que elimina el riesgo de desinflarse. Además, su diseño compacto y seguro impide que los niños puedan quitárselos sin la ayuda de un adulto, ofreciendo una protección continua tanto dentro como alrededor del agua.

Otro dispositivo sencillo, duradero y seguro que podrás encontrar entre los flotadores para niños de Tutete, son los tradicionales manguitos de discos Delphin Disc que ya se utilizaban en los años 80 y son los que normalmente se emplean en clases de natación y socorrismo.

Este manguito es muy sencillo de colocar ya que se ajusta perfectamente al brazo siendo muy complicado que se salga. Además, no se deterioran porque no son hinchables y al ser redondos, no tienen ninguna parte que pueda dañar la piel del niño.

Aspectos clave al elegir un chaleco de flotación o aprendizaje

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Chalecos de aprendizaje – Tutete

Cuando seleccionamos un chaleco de flotación, es crucial verificar que haya superado todos los controles de seguridad y posean las certificaciones adecuadas y cumplan con las normas de protección infantil como los de Tutete.

Además, es fundamental elegir la talla correcta. Un chaleco demasiado grande puede restringir los movimientos del niño y convertirse en un riesgo, mientras que uno de la talla adecuada proporciona soporte y seguridad sin limitar la libertad de movimiento.

El material del chaleco también es un factor decisivo; debe ser de un tejido que no absorba agua, como el neopreno, y relleno de espuma EPE, conocido por su durabilidad y flexibilidad, que garantiza la flotación y la comodidad del niño.

Por último, hay que tener en cuenta que los chalecos de flotación son un apoyo a la autonomía en el baño del niño. No son chalecos salvavidas, por eso es necesario recordar que, sea cual sea su nivel de natación o destreza, debe estar siempre acompañado de un adulto cuando se encuentra en el agua.

Entre flotadores, manguitos y chalecos, estos últimos destacan como la opción más segura y práctica para proteger a los niños en el agua. Equipar a tu hijo con un chaleco flotador de calidad, como los que ofrece Tutete, es una decisión acertada para disfrutar de un verano tranquilo y seguro.

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